“Nunca haría un negocio sin equipos”, dice tajante Alejandra Mustakis, la creadora de la tienda de muebles Medular. Junto a su socio, compañero y amigo de la universidad, comparten lo que ella considera más importante para emprender: los mismos valores y motivaciones, y el sueño del por qué se está haciendo el negocio.
“Finalmente tener un socio es como casarse. Van a tener que tomar decisiones en conjunto y aprender a ceder”, cuenta.
Los cuatro emprendedores con los que conversamos en este podcast, tienen equipos que los respaldan. En el caso de Oscar Muñoz, le costó aprender que elegir a las personas adecuadas es un ensayo y error, en donde no hay una fórmula específica.
En NotCo, esas decisiones se han basado en la premisa de que, cada una de las personas que decide irse a trabajar a la empresa en Quilín, lo hacen porque creen en el mismo propósito. Además, en este capítulo, Pablo Zamora cuenta a qué personas de otras empresas de alimentos han reclutado y de qué ingeniosa manera han resuelto el tema de los incentivos para sus empleados.
Y una vez armado los equipos, los fundadores ya pueden empezar a desligarse y no caer en lo que Zamora llama el “Síndrome del fundador”, ese problema que afecta por igual a todos nuestros protagonistas.
Cuando ya se asume la disposición a delegar y están ordenados los procesos y tareas, por fin se puede “cumplir el sueño de ser un empresario y que no te absorba tu negocio”, dice el fundador de Green Glass. Y así poder, al menos, tener la certeza de que se está navegando por buen rumbo, como es el caso de Red Almacén: “Todavía no tenemos un respiro como quisiéramos, pero siento que estoy ahí, que falta poco para que esto avance a pasos agigantados”, cuenta Verónica Oliva.
Escucha en detalle estas reflexiones y consejos, en un nuevo capítulo del Club de los Obstinados.